La fotografía de retrato busca representar a una persona y destacar sus cualidades específicas desde el punto de vista del fotógrafo, pero también puede ser una herramienta para transmitir multitud de sensaciones.
Sin embargo, el lenguaje fotográfico es una forma de comunicación muy subjetiva que admite múltiples interpretaciones. La persona fotografiada tiene unas cualidades determinadas, el fotógrafo las ofrece con una visión subjetiva y un observador las interpreta.
El mejor retrato es aquel que refleje lo que el fotógrafo quiera representar.
